Hace dos mil años, cuando la civilización empezaba a florecer sobre Japón, había pequeños países construidos sobre las islas. Se formaron las religiones y entre ellas estaba el culto a Orochi. En un principio el culto a Orochi usaba el "ki" sobrante en el mundo para realizar milagros. Imperios empezaron a surgir y el culto a Orochi, ahora convertido en un clan, empezó a tomar poder sobre los líderes y, con el tiempo, desearon tomar el control de Japón y del mundo.
Para lograrlo, el culto a Orochi decidió resucitar a Orochi, el dragón que ellos pensaban era la encarnación del "ki". P